sábado, 11 de octubre de 2008

¿Podría un Narcisista mirarse al espejo?

En realidad se trató de un descuido que Narciso se precipitara al agua, seguramente estaba siguiendo un pez de color. Y es que una persona que ame demasiado su rostro, no podría verlo reflejado. Por empezar que esta al revés. Esto significa que de ninguna manera se podría observar como al natural, y ni hablar que si es mí rostro el que amo seria una injusticia compararlo con aquel que lo imita en esa superficie de vidrio espejada. Ese que es otro rostro y obviamente si es otro, es inferior.
El narcisismo señores se trata de confianza ciega en mi rostro, en mi apariencia. Nadie podrá jamás decirnos si es bello o detestable, lo cierto es que es nuestro y debemos confiar en nuestra intuición. Así es (y me gustaría enfatizarlo) no somos narcisistas los que nos miramos constantemente en el espejo, simplemente somos inseguros que se bastan del apoyo de un reflejo infiel.
Yo en particular, me preocuparía por quien no se fija en su apariencia.

2 comentarios:

  1. Hoy me acordaba cuáles son los 7 pecados capitales. Tenemos la lujuria, la gula, ira, soberbia, pereza, envidia, avaricia y podemos contar el octavo que Santo Tomás de Aquino eliminó: la Vanagloria.
    Que yo sepa, ahí, no aparece la Vanidad. No es pecado. Es lindo sentirse lindo. Es lindo quererse. No siempre es por inseguridad.... aunque vi a cada uno quererse de más....
    Me declaro: SOY NARCISISTA.
    Y me miro al espejo. Por que es un verdader Placer.

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  2. A menudo me sorprendo mirando mi reflejo en el espejo, en las ventanas de los colectivos, en las vidrieras de la peatonal, en la panza pulida de las cucharas de acero... A menudo he pensado que ese reflejo de ninguna manera puede ser la fiel imagen de mí... A menudo me gustaría ser como es el reflejo que estoy viendo y que no me pertenece. A menudo no me reconozco, o me reconozco extraña. Diferente a como yo recordaba q se veía mi reflejo. A menudo pienso que estas distorsiones se deben al ánimo reinante en el momento de enfrentarme a la superficie espejada. A menudo creo que es injusto no sólo no poder decidir nuestro aspecto real, si no que además éste se pone en tela de juicio frente a incontables reflejos que recibimos de formas inesperadas, y muchas veces, crueles. (A menudo creo que debería haber resuelto este dilema cuasi existencial en mi primera adolescencia...) A menudo creo que no sólo no soy yo la imagen de la persona que estoy viendo si no que tampoco soy yo, por ejemplo, quien está escribiendo lo que escribo en este momento...
    Sabrá usted disculparnos, mi esqizofrenia y yo quisimos pasar a saludarlo.
    W-

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