Mis pies estaban felices de experimentar ese breve ahogo que se sucedía en mi juego de charcos.
De arriba caía.
De abajo subía.
Chapotear no era solo ahogar mis pies, era desafiar la gravedad y el orden de las cosas.
No sólo quiero conservar la rebeldía. Quiero que, además, sea divertida.
martes, 9 de diciembre de 2008
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la ultima frase va a ir anotada en mi agenda para leerla un día cualquiera
ResponderEliminarhermoso
te quiero